Aunque no lo veamos … el cielo cambia

Todos los que alguna vez hemos contemplado el cielo nocturno durante algún tiempo nos hemos conmovido ante su vasta quietud, a veces interrumpida por una estrella fugaz o más seguramente por un avión o un satélite. Aunque a simple vista el cielo nocturno parece inmutable, está en constante transformación. Todas las noches, millones de eventos astronómicos suceden sobre nuestras cabezas, muchos de ellos imperceptibles para el ojo humano. Pero esto está por cambiar con la inauguración del Observatorio Vera Rubin, uno de los proyectos astronómicos más ambiciosos de nuestro tiempo.

Ubicado en Chile, el Observatorio Vera Rubin será capaz de captar estos cambios con una precisión sin precedentes. Gracias a su enorme cámara de 3200 megapíxeles —la más grande jamás construida— tomará imágenes del cielo cada 40 segundos durante una década, creando una película en ultra alta definición del universo en acción. Se estima que, al finalizar su misión, habrá registrado unos 100 millones de estrellas variables y producido cerca de 500 petabytes de datos, equivalentes a toda la producción escrita de la humanidad, en todos los idiomas, a lo largo de la historia.

Las estrellas variables, aquellas que cambian de brillo con el tiempo, son una de las claves para entender cómo funcionan las estrellas por dentro y cómo medir distancias en el universo, pero también para descubrir exoplanetas, medir masas y radios estelares. Han sido fundamentales en el desarrollo de la astronomía moderna.

La riqueza de datos que generará este telescopio no se limitará a las estrellas variables. Gracias a su extraordinaria capacidad para detectar objetos débiles, se espera también el descubrimiento de nuevas estrellas, cúmulos y agrupaciones estelares que, hasta ahora, han permanecido invisibles para la instrumentación disponible. Esto abrirá nuevas líneas de investigación en la estructura y evolución de nuestra galaxia y del universo cercano.

La Luna casi llena ofrece un espectáculo detrás de la silueta del Observatorio Rubin en esta imagen de enero de 2023. ¡Esta escena no ocurre a menudo dado que la órbita de la Luna cambia de un mes a otro!

Nuestra comunidad está en una situación ideal para estudiar muchos de los fenómenos que este nuevo telescopio descubra, gracias a la participación argentina en el Observatorio Gemini, que cuenta con calidad de imagen e instrumentación moderna para dicha tarea.

Investigadores del IALP y la FCAG participan activamente en este proyecto. Gustavo Baume, Carlos Feinstein , Jimena Rodriguez y Bruno De Bórtoli, planean combinar los datos del Vera Rubin con observaciones en el rango infrarrojo, de otros relevamientos, para estudiar cúmulos estelares galácticos extremadamente jóvenes, y estimar sus parámetros fundamentales de forma sistemática y homogénea. Este análisis ayudará a mejorar nuestra comprensión de diversos temas astrofísicos, como la formación estelar, la estructura galáctica y la distribución del polvo interestelar.  Además, este equipo buscará enfocarse en algunos objetos específicos, como estrellas con exceso de infrarrojo y/o estrellas masivas, que podrían ser objetivos para futuros estudios de seguimiento.

Otra colaboración llamada Dark Energy Science Collaboration, de la cual participa Martín Mestre (IALP, FCAG), tiene como objetivo principal realizar mediciones de gran exactitud de los parámetros cosmológicos fundamentales. En particular, Martín utilizará las corrientes, o ríos estelares, que son estructuras alargadas de estrellas que se mueven alrededor del centro galáctico, y que nacieron cuando un cúmulo globular o una pequeña galaxia fue desgarrada por la gravedad de la Vía Láctea. Estas corrientes, ya sea descubiertas o caracterizadas por este nuevo telescopio, permitirán estudiar la naturaleza de la materia oscura, su distribución en nuestra Vía Láctea y aportar evidencias observacionales para comprender la historia de fusiones que dieron forma a nuestra Galaxia.

Vista aérea de dron del Observatorio Rubin en marzo de 2024.
Observatorio Vera Rubin en marzo de 2024. A la izquierda de la fotografía se puede distinguir la cúpula de Gemini Sur.

La participación argentina en este proyecto no solo refleja la calidad de la ciencia que se produce en nuestro país, sino que también abre nuevas oportunidades para seguir desentrañando los misterios del universo.

Las fotos que ilustran esta nota fueron tomadas de https://rubin.canto.com/v/Resources/album/

Créditos de las fotos: Rubin Obs/NSF/AURA