Secuencia de un eclipse total de Sol y shadow bands

El tercer puesto del 1er concurso de fotografía del IALP en la categoría “Objetos de estudio astronómico“ corresponde a la imagen tomada por Pablo Daniel Barrios (Buenos Aires).

El jurado la destacó porque “muestra un eclipse total de Sol en una secuencia precisa de tomas. En cada imagen se aprecia un elevado nivel de detalle, combinada con la nubosidad y las bandas oscuras que crean un todo brumoso, repleto de misterio. El arreglo de la sucesión de imágenes destaca por su simetría, poniendo en manifiesto el cuidado y la obsesión por el detalle en la obtención de cada una de las tomas.

Si nunca viste un eclipse total de Sol, ¡tratá de hacerlo! Es un espectáculo fascinante. Aunque no son fenómenos raros, suelen ocurrir lejos de donde estamos, por lo que muchas veces hay que viajar para presenciarlos. En Argentina fuimos afortunados: desde el centro y sur del país, pudimos observar dos eclipses totales seguidos en 2019 y 2020.

En cuanto a su estudio, uno de los experimentos más conocidos realizados durante un eclipse solar fue el que confirmó que la gravedad del Sol curva la trayectoria de la luz de las estrellas lejanas que están en su misma dirección, una predicción clave de la teoría de la relatividad. Pero hay otros descubrimientos importantes que también se han logrado gracias a estos eventos.

Durante un eclipse total, cuando la Luna cubre por completo el disco solar, hay un instante muy breve en el que solo recibimos radiación del gas que rodea la superficie del Sol. Como esta luz es más colorida que la luz solar normal, a esa capa se la llama cromósfera. La luz de la cromósfera muestra varias diferencias con la luz de la superficie del Sol no eclipsado, y fue clave para entender mejor la física estelar.

En 1920, el astrofísico indio Meghnad Saha analizó el espectro de la cromósfera, centrado en ciertas líneas de calcio neutro e ionizado (es decir átomos que han perdido algunos de sus electrones). Antes de su trabajo, no se comprendía bien por qué aparecían átomos ionizados a temperaturas relativamente bajas. Saha resolvió este enigma al introducir una ecuación que considera no solo la temperatura del gas, sino también la presión de los electrones libres. Con dicha fórmula —hoy llamada ecuación de Saha— pudo calcular las condiciones físicas en las atmósferas estelares.

Y no solo sirvió para entender este fenómeno solar: la ecuación de Saha permitió, por primera vez, explicar el origen de los distintos espectros de todas las estrellas. Un avance fundamental en la astrofísica moderna.