El 23 y 24 de octubre de 2024 se realizó en la ciudad de Hilo (Big Island, Hawaii, USA) la reunión anual del Comité Internacional de Usuarios del Observatorio Gemini (Users‘ Committee for Gemini Observatory). La comunidad astronómica argentina estuvo representada allí por la Dra. Victoria Reynaldi, investigadora asistente de CONICET, integrante de nuestro Instituto y docente de nuestra Facultad.
A su regreso, conversamos largamente con la Dra. Reynaldi acerca de su experiencia en esta reunión e intentamos resumir a continuación el jugoso contenido de la charla. Para comenzar, corresponde brindar un poco de contexto a nuestros lectores.
El Observatorio Gemini y su Comité de Usuarios
El Observatorio Gemini es un observatorio astronómico internacional, dirigido, administrado, operado y financiado a través de un convenio internacional suscripto por las agencias estatales de investigación científica de Brasil, Canadá, Chile, Corea del Sur, Estados Unidos de América y Argentina, que es uno de sus socios fundadores.
Dos grandes telescopios gemelos, cuyos espejos primarios tienen 8.1 metros de diámetro, conforman el núcleo del Observatorio Gemini, que se encuentra actualmente en el top 10 de los mayores telescopios ópticos1. Lo distingue la peculiaridad de que cada telescopio está en un hemisferio distinto: Gemini Sur en el cerro Pachón, cerca de la ciudad de La Serena (Chile), y Gemini Norte sobre el volcán de Mauna Kea en la Big Island de Hawaii (USA). Por ese motivo, el Observatorio tiene también dos sedes operativas y administrativas, una en La Serena y otra en Hilo. Los países participantes en el convenio pueden utilizar los telescopios durante un tiempo proporcional a su contribución financiera anual.
Gemini cuenta con una variada instrumentación científica, que cubre la banda óptica del espectro electromagnético y el infrarrojo cercano, incluyendo cámaras para imagen con distintas características, interferometría speckle y espectrógrafos que llegan a resoluciones espectrales muy altas. El diseño óptico del telescopio está optimizado para las observaciones en la banda infrarroja y cuenta con varios sistemas de corrección de la imagen – óptica activa, corrección “tip – tilt” y óptica adaptiva, con guiado natural y láser – que le permiten brindar, en condiciones atmosféricas óptimas, una calidad de imagen cercana al límite de difracción.
La instrumentación se renueva además continuamente, siguiendo un proceso de desarrollo que incluye instrumentos propios del Observatorio, así como instrumentos “visitantes”, a través de colaboraciones con diferentes grupos de investigación.
La Dra. Reynaldi nos explica que el Comité de Usuarios de Gemini está constituido por representantes de todos los países signatarios del convenio y se reúne una vez al año. En esta reunión reciben informes del estado actual de las diferentes áreas operativas del Observatorio, discuten el contenido de los mismos, y se expresan sobre los temas tratados desde la perspectiva de los usuarios. Gemini se hace cargo siempre de los gastos de viaje y estadía de los representantes en estas reuniones.
Comité de Usuarios 2024: DRAGONS y GPP protagonistas.
Yendo más al detalle de la reunión en sí misma, la Dra. Reynaldi nos cuenta que este año el Comité abordó dos temas centrales: los códigos para procesamiento y reducción de datos, y la futura plataforma para presentación de propuestas y confección de programas de observación (Gemini Program Platform, GPP).
El continuo desarrollo de nuevos instrumentos, con prestaciones novedosas, no ha estado siempre acompañado de desarrollos de software adecuado para un procesamiento rápido y ágil de los datos crudos. Por este motivo, previendo la llegada de la próxima generación de instrumentos, el Observatorio encaró hace ya varios años el desarrollo de DRAGONS, una plataforma propia para la reducción y procesamiento de los datos de sus instrumentos. Es un meta-paquete programado en Python que incluirá infraestructura para su automatización y que, si bien se enfoca en la reducción de datos de los instrumentos de Gemini, será posible expandirlo para datos de otros observatorios.
DRAGONS ya permite reducir datos de varios instrumentos en algunas de sus principales configuraciones, pero para acelerar su desarrollo requeriría la inversión de mayores recursos humanos y financieros. Esto se debe también a que últimamente se ha definido que resulta imprescindible dar mantenimiento a IRAF, tarea que ha recaído sobre el mismo equipo de trabajo.
La plataforma GPP, por su parte, promete ser una herramienta innovadora y eficaz, que operará completamente online (sin que los usuarios necesiten instalar ningún código en sus computadoras, como una aplicación) y permitirá generar propuestas en forma colaborativa. Su diseño ayuda al usuario a definir su propuesta observacional partiendo de la ciencia que requiere, proponiéndole automáticamente los instrumentos más adecuados para lograr su objetivo científico. Al concluir el proceso de asignación de tiempo de observación, la aplicación generará automáticamente el programa correspondiente para las propuestas que reciban tiempo. Para quienes han usado Gemini: tendrán la ITC (Integration Time Calculator), la PIT (Phase I Tool) y la OT (Observing Tool) integradas en una sola aplicación colaborativa online. ¡Un verdadero avance!
El desarrollo de GPP está en fase de programación. Varios de sus componentes funcionan ya en modo prototipo, pero también requiere de mayores recursos para ser completado prontamente, entre otras cosas porque necesitará de una nueva e importante infraestructura de hardware.
La ciencia que vendrá
En medio del torrente de información nos tomamos una pausa. La Dra. Reynaldi nos confía entonces lo más impactante de su experiencia. No es sólo la información. Es participar, sentir que todas las contribuciones a una discusión se registran y se consideran. Es sentirse parte, una parte que puede ser pequeña, pero que se considera necesaria. No es poca cosa.
La Dra. Reynaldi nos confía que aún ahora se conmueve (y lo vemos) cuando recuerda la emoción de ver la bandera argentina, ondeando allí, frente a las oficinas del Observatorio, a 12.000 kilómetros de distancia de su tierra natal, mientras ella conoce y discute con los colegas de otros países sobre “cosas que aún no están creadas”: instrumentos, procedimientos, políticas de manejo de datos, desarrollos de ingeniería… insumos para decisiones que forjarán nuestra astronomía observacional en la próxima década.
Terminamos la charla, por supuesto, recordando su visita a Mauna Kea, el volcán que sostiene el telescopio Gemini Norte y varios otros imponentes telescopios, a más de 4.500 metros sobre el nivel del mar. Allí, a pocos metros de la cima que permanece intacta e intocable, sagrada para los habitantes originarios de aquel remoto archipiélago, en el aire frío y enrarecido, al caer del sol el gran telescopio se abre cada noche y nos da la posibilidad de explorar, una vez más, el cosmos.
1Más específicamente, nos referimos aquí a los telescopios para observar en la banda óptica cuyo elemento reflector primario es un espejo único. Los más grandes son: Subaru (8.2 m de diámetro), los cuatro telescopios VLT (8.2 m), los dos telescopios Gemini (8.1 m), el MMT (6.5m), los dos Magallanes (6.5 m) y el Tokyo Atacama Observatory (6.5m).