La hora y el Sol en el Colegio

¿Qué sucedería si, de repente, todos nuestros relojes dejaran de funcionar? No podríamos consultar la hora en relojes de pared, relojes pulsera, en la televisión o en un teléfono celular. Entonces, ¿sería posible saber la hora, si todos esos elementos ya no pudieran usarse? La Astronomía nos da una respuesta: podemos determinar la hora observando la posición del Sol en el cielo durante el día y la sombra de una varilla vertical. Junto a chicos y chicas del Colegio del Club Universitario de La Plata, exploramos estas ideas mediante un divertido taller didáctico.

Algunos meses atrás, el Instituto de Astrofísica de La Plata (IALP) fue invitado por el Centro Científico Tecnológico La Plata (CCT-La Plata, CONICET) para realizar talleres educativos en colegios de la región, en el marco de las Jornadas de Divulgación Científica para Escuelas Primarias 2024. En esta ocasión, propusimos un taller dedicado a examinar la rotación terrestre y el paso del tiempo durante el día. El taller consiste en construir un pequeño reloj de Sol con técnicas de origami, luego de una breve introducción sobre los principios físicos según los cuales funciona: la rotación terrestre, el movimiento del Sol en el cielo, los puntos cardinales y la altura del Sol sobre el horizonte. Este taller ya había sido promocionado en el proyecto “Astrochica” a través de su cuenta de Instagram y probado en Tecnópolis.

La institución destinataria del taller fue el Colegio del Club Universitario de La Plata, en Gonnet. Al mismo acudimos los doctores María Paula Ronco y Roberto Venero, junto a Andrea Corvalán, personal de apoyo del IALP. También, para la preparación del taller, participaron los doctores Pablo Santamaría, Martín Mestre y Andrea Torres. Nos acompañó la fotógrafa Rayelén Baridón del CCT-La Plata. En un soleado día de primavera, dimos el taller en dos cursos de la Escuela Primaria, primero en 6° y luego en 4° grado. En cada curso participaron alrededor de 20 chicos y chicas junto a sus docentes, las que nos acompañaron y compartieron la actividad.

Con gran entusiasmo, los chicas y chicas se sumaron a la actividad con muchísimas preguntas y excelente participación. Luego, guiados paso a paso y con una celeridad y destreza que nos asombró, plegaron el papel para armar sus propios relojitos de Sol. Satisfechos con sus pequeñas obras, los chicos y chicas probaron sus relojitos en el patio, con la ayuda de una aplicación de brújula en el teléfono celular. Notaron que era necesario sumar una hora a la indicada por la sombra, ya que nuestro país no usa el huso horario que le corresponde por su posición astronómica. El magnífico Sol ayudó para relajarse en el patio en una mañana primaveral, experimentando sobre la importancia de orientar correctamente el relojito de origami.

El entusiasmo de estos pequeños nos llenó de alegría. Compartir con ellos nuestra pasión por la ciencia, disipando esa aparente distancia con que la sociedad nos ve a los científicos, fue una experiencia muy gratificante. Verlos orgullosos de sus pequeñas obras fue todo un premio que nos llevamos con mucha felicidad.

¡Muchas gracias por recibirnos, Colegio del Club Universitario!